Es la habilidad de percibir y comprender nuestras propias perspectivas y también las de los demás (humanas y no humanas), y de usar esa comprensión para guiar nuestras acciones con el fin de contribuir al bien común. Las personas que posean esta habilidad demostrarán apertura, humildad, prosociabilidad, y un agudo reconocimiento de las circunstancias, pensamientos, emociones y perspectivas, tanto propias como ajenas.

 

Es la habilidad de contribuir y avanzar más allá de tu rol y equipo tradicional. Es buscar formar parte de un ecosistema de equipos que se movilizan en torno a nuevos desafíos u oportunidades. Las personas que poseen esta habilidad demuestran adaptabilidad cultural, se adaptan bien a los equipos y prosperan en situaciones inciertas e impredecibles. 

 

Es la capacidad, como líder, de visualizar, posibilitar y garantizar que cada miembro del equipo sea un impulsor y comprenda el panorama general que hay detrás del propósito. Este líder creará eficazmente equipos centrados en el cambio social positivo, desarrollará y apoyará a sus colaboradores, liderará con el ejemplo, entenderá el panorama general, comunicará efectivamente su visión e impulsará a otros para que sean Agentes de Cambio.    

Es el proceso de crear una solución novedosa a un problema social que sea más eficaz, eficiente, sostenible o justa que las soluciones existentes, y cuyo valor agregado recaiga principalmente en la sociedad en vez de particulares. Quienes emprenden acciones de Agencia de Cambio demuestran autoeficacia, proactividad y pensamiento innovador o lateral.